En Colombia los esquemas normativos de la contabilidad están orientados a describir las transacciones y la realidad económica de los sectores tradicionales, a saber: el manufacturero, el comercial, el financiero y el de servicios. Bajo los parámetros establecidos para estos sectores, las sociedades de gestión colectiva -SGC, han contabilizando sus operaciones. Sin embargo el incremento en las cuantías recaudadas y el surgimiento de nuevas sociedades, exige la aplicación de un marco conceptual que guíe el proceso mediante el cual se reconoce la actividad económica y se elaboran los informes financieros.
La experiencia de los últimos años ha demostrado que las actividades propias de la gestión colectiva no se ajustan a los modelos actuales de registro de operaciones, existiendo dificultad incluso con la utilización del Plan Único de Cuentas.
En este sentido la Dirección Nacional de Derecho de Autor -DNDA, ha llevado a cabo un pormenorizado análisis del actual régimen contable, observando que, aún cuando las normas y principios básicos contemplados por el Decreto 2649 de 1993, obran como fundamento de la contabilidad en Colombia, en la práctica dichas regulaciones están definidas de manera general, situación que obliga a identificar en términos precisos el registro, la preparación y la presentación de la información contable.
De otra parte, en atención al esquema mundial de Gobierno Corporativo, es necesario crear modelos de registro de operaciones que revelen la transparencia de las gestiones adelantadas por la administración, incorporando la responsabilidad social de los directivos y órganos de control como un criterio de preparación y presentación de informes.
Con la creación del Manual de Buenas Prácticas Contables para las Sociedades de Gestión Colectiva, la DNDA genera un instrumento que contribuirá al mejoramiento y fortalecimiento de las sociedades vigiladas, en tanto se aportan criterios que acreditan la transparencia en el manejo sus recursos financieros, definiendo parámetros de registro contable para las actividades de recaudo, distribución, bienestar social y gastos por cuenta de terceros.
Los beneficios derivados del manual de buenas prácticas, redundarán en aquellos autores y titulares que han delegado la gestión de su derecho de autor y derechos conexos a las sociedades de gestión colectiva colombianas.